sábado, 24 de febrero de 2018

Un arma llamada sonrisa


En un post anterior hablé sobre la sonrisa como un recurso poderoso para la sugestión, sea en ventas o atención al cliente.

Retomando nuestra cita con la sonrisa, nosotros sabemos qué es sonreir. ¿Verdad?  Ojo, no confundir la risa con la sonrisa. Pues, la risa es el siguiente nivel o a escala mayor de nuestra sonrisa. Es muy bien usada cuando un momento es demasiado bueno y queremos explotar con la risa.

Actualmente me encuentro laborando en Reclutamiento y selección de los mejores perfiles en atención al cliente y al margen de las preguntas situacionales o de competencias que les hará determinar si son aptos para el puesto, también en gusta asegurar que estén actos*. ¿A qué me refiero? A que tengan toda la actitud o puedan ser capaces de automotivarse. 

Una de las armas es la sonrisa. Al comienzo de la entrevista siempre les pido que me regalen una sonrisa y obvio al final también. Me sirve muchísimo, porque veo como ellos mismos son su propia valla emocional. 

Definitivamente, cuando vas comprar algo o a atenderte a un establecimiento que brinda servicios “x” que una persona te sonría es bueno, pero que sigas tu camino y las siguientes personas lo hagan también. ¿No es demasiado bueno? Tiene un efecto positivo aunque tu día haya sido un desastre.




Entonces, que al final de mis preguntas, que son la parte dura del proceso, quiera terminarla con una sonrisa de su parte es una invitación a la empatía, a la expresión de lo blando y más importante, su capacidad de conservar la buena actitud y saber que al final les mencionaré que su sonrisa ha tenido un efecto en mi y que no olvide que se lo agradeceré es como si yo fuera su cliente que mis postulantes son mis rutinas, pero que al ser atendido así, me podrías cambiar la vida al menos esos minutos.

Un arma llamada sonrisa. No mata, pero revive. No es la mejor opción que un cliente o persona podría esperar como solución, pero ea huella que no se olvida, mucho menos si la convertimos en algo plural: huellas (sonrisas de personas, sirviendo personas).

Entre ejemplos de sonrisas, siempre la ganadora será la que muestra los dientes, claro no absolutamente todos, pero sí lo suficiente para transmitir transparencia. ¿Por qué mejor una sonrisa mostrandolos y no una sinple sonrisa? Porque los dientes son blancos y el color transmite paz, transparencia y esto genera un valor no comprable: la confianza. Una sonrisa cerrada tiene también un efecto positivo, pero al ser cerrada, representa retención de algo tiene un impacto dudoso, a pesar de ser positiva a simple vista.

¡“Sonríe como un banana split”!



Una sonrisa bien puesta, como cultura será la mejor arma de presentación y despedida. Te recordarán positivamente, el resto es posible de la mano de tus habilidades y capacidades en el trabajo o cotidianidad. 

No olvides, es tu mejor arma.