domingo, 17 de junio de 2018

SE AMABLE, el producto cuesta, el servicio SE REGALA.

Cuantas veces NO nos dimos cuenta que alguien necesitaba una sonrisa, que alguien necesitaba un empujoncito para seguir con la misma actitud de siempre.



Cuantas veces NO nos dimos cuenta que más prevalecía nuestro apuro, nuestras ganas de satisfacer una necesidad fugaz. 

Cuantas veces dijimos, dame esto y el otro al entrar a una tienda, bodega, cafetería o donde sea y nos disparamos a donde nos urgía sin más.



Cuantas veces hemos pagado, creo yo, más por el producto que por el servicio. Porque el producto cuesta (allí yace el esfuerzo de un colaborador), pero... ¿EL SERVICIO?

EL SERVICIO SE REGALA, bueno al menos en mi caso siempre es un regalo.



Te invito a que después de comprar algo te des cuenta antes de salir del lugar que hay mucha gente que regala su servicio con sonrisas, detalles, gestos que impactan. 

¿Y cómo hacemos que esto sea mutuo?



!Manual de un cliente motivador!

- Regala un gran saludo los servidores o anfitriones. Pregunta: ¿Cómo están? ¿Qué tal? Si es posible estrecha su mano.



- Espera pacientemente, por más que tu día sea el peor o el mejor, depende de ti crear una buena conexión. Lo mismo va para quien nos atiende.



- Recibe con muchas ansias tu pedido, agradece porque al margen del producto y su costo, como dije, el servicio muchas veces nos lo regalan. 



- Si se equivocan, dales una oportunidad, no seamos duros. Muy amablemente ellos nos apoyarán con nuestra petición.



- Cierra con broche de oro saliendo del lugar con la misma energía.



Todo lo que damos se devuelve, y si regalamos sonrisa o amabilidad. ¿No sería lógico recibir lo mismo?

Te invito a regalar una sonrisa, una pregunta que resalte tu calidad de persona para que el servicio siga siendo ese regalo que nos dan muchas personas, no sólo colaboradores, si no también quienes están más cerca de lo que puedas pensar.




¡FIN!


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